La pintura "Ancianas de Arlés" de Paul Gauguin, realizada en 1888, es una obra que captura la esencia de la vida cotidiana en el sur de Francia y refleja la profunda relación del artista con su entorno, así como su interés por la representación de la figura humana en un contexto emocional y simbólico. En esta obra, Gauguin presenta a dos ancianas en primera plana, retratando no solo sus rostros y vestimentas, sino también la carga cultural y emocional que llevan consigo.