Busto de la mujer del escultor, que utiliza la combinación de dos materiales para reforzar el contraste entre lo humano y lo material, siendo el rostro y los cabellos tratados en mármol con suavidad y delicadeza, y los ropajes en bronce con minuciosidad de orfebre que recoge todos los detalles. En el trabajo de ambos materiales se ha buscado la fidelidad máxima a la naturaleza, logrando transmitirla con gran plasticidad.