Las reivindicaciones sociales saltaron de la realidad al arte español a partir del siglo XIX, especialmente por motivo de las revoluciones industriales y el cambio de contexto laboral que provocó, plasmando la realidad en estos ambientes, ennobleciendo sus preocupaciones en una serie de cuadros inspirados en las huelgas de los trabajadores de los altos hornos, como en “Epílogo” (P6647). Estos asuntos fueron asimismo objeto del interés de otros artistas, que emplearon una vía más expresiva y dramática, como Juan Luna, José Uría o Manuel Villegas.