La última cena (en italiano: Il cenacolo o L’ultima cena) es una pintura mural obra de Leonardo da Vinci, realizada entre 1495 y 1498. Permanece en la pared sobre la que se pintó originalmente, en el refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie, en Milán (Italia). Fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1980. Fue un encargo del duque Ludovico Sforza de Milán. No es un fresco tradicional, sino un mural ejecutado al temple y óleo sobre dos capas de preparación de yeso extendidas sobre enlucido. Mide 460 cm de alto por 880 cm de ancho. Muchos expertos e historiadores del arte consideran La última cena como una de las mejores obras pictóricas del mundo.