Esta pintura al óleo del artista belga Alfred Stevens (1823-1906) representa a una joven sumida en sus pensamientos. Sujeta una carta con una mano, mientras con la otra se toca suavemente la barbilla. Mira a lo lejos, lejos del espectador. Un sobre yace tirado a sus pies. ¿Qué podría decir esta carta? ¿Qué estará pensando la mujer? Stevens ha aplicado capas de óleo para imitar la textura de las telas.
¡Solo observa el terciopelo brillante del vestido azul de la mujer! Una capa ribeteada de piel aún cuelga sobre sus hombros, lo que sugiere que acaba de regresar de la naturaleza.
La paleta de colores de esta obra es especialmente impactante. ¿Se habrán elegido los colores por su simbolismo? El azul se asocia típicamente con la melancolía y la tristeza, pero el vestido de la mujer es de un tono vivo y enérgico.
El dorado se aprecia en toda la pintura: en sus guantes, su reposapiés y el biombo japonés del fondo. Tradicionalmente, el oro simboliza la riqueza y la opulencia, lo que sugiere que la mujer elegante pertenece a la clase alta. Esta pintura muestra varios indicios de gusto moderno.
El biombo pintado detrás de la joven evoca la tendencia del japonismo del siglo XIX, cuando los diseños japoneses alcanzaron una inmensa popularidad en Europa Occidental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario